A mis querid@s seguidor@s de esta su Gata ronronera que va por los caminos delictivos de sus bajos instintos...en el interior de mi intimidad, mi habitación llena de mis recuerdos; llegaron a mí momentos delictivos que marcaron en la vida de esta ronronera.
En mi espacio al que considero sólo mío, al que no le permito ingresar a nadie más que a mi inconsciencia, al que puedo expresar aquello que no me lo permite mi vida retrógrada y reprimida que me agobia por no expresar mi deliberada naturaleza...una felina perversa de mis bajezas a la hora de mis instintos sexuales...no por ser una mala mujer...sino en mi malicia y en la exquisitez que disfruto a la hora de un buen sexo.
Estos recuerdos me llegaron con un seguidor que de repente apareció con pocas palabras...sinceramente casi invisible a mi parecer...como dije, de pocas palabras, pero si con una peculiaridad...que las poca palabra que me decía llamaban mi atención...esa semana me tocó realizar un viaje justo a su ciudad y lo expresé...él se ofreció a atender cualquier necesidad que tuviere...lo noté un desafío y sólo me limité a un almuerzo...sinceramente quería conocer a ese personaje que hablaba poco, pero que me insinuaba mucho.
El día del almuerzo, llegó al lugar en donde le dije que le esperaría (sólo sería un almuerzo); me esperaba a un gordo, con su gracia y todo abusado...en mi interior me decía que cualquier cosa que no me agradaría, simplemente almorzaba y nos despediríamos...como errar es de humano, me resultó todo lo contrario; un caballero, delgado, muy agradable y sobre todo, muy tímido en su vida sexual...lo reconozco, soy una delictiva...nuestra conversación se puso picante al enterarme de sus limitaciones en su vida sexual; poca infidelidad, poca relaciones sexuales; mi morbo empezó despertar de mis instintos; me dije que tanto se ha perdido, donde estaba oculto un hombre de su edad limitado de los placeres de la carne...tenía curiosidad de estar entre sus sábanas...odio la idea de enseñar, pero con este hombre quería experimentar cosas diferentes.
Entre charlas y picardías, decidimos quedarnos el resto de la tarde...me llevó a conocer algunos lugares agradables, paisajes de su cuidad, hasta llegar al sitio donde quería estar. Tal como me lo imaginé, muy diferente, muy básico pero así mismo lleno de curiosidades...era como un explorador en la sabana de mi cuerpo, sí, me estaba explorando, mientras que mi cuerpo le daba las facilidades, nos acoplamos como tal armonía...la energía de nuestros cuerpos se ajustaban el uno al otro...No se cuantas veces terminé...sólo sé que lo disfruté a desmedida. Pero todo lo bueno se termina pronto, tocó despedirnos...me dejó soñando aquella noche, esperaba que sólo fuera ese momento, pero mi sorpresa se redujo a un mensaje que me indicaba lo bien que lo había pasado y así fueron todos hasta ese segundo encuentro que selló ese paradigma que me había creado de disfrutar del sexo a su máxima expresión.
Aquella segunda vez se liberó aún más de su timidez...tal vez no encontraba a esa llave que liberara sus reprimidas bajezas, y yo liberé ese león guardado devorador de bajezas...esta vez tomó cuanto quiso de mí, y yo cuanto quise de él...me fascinaba cada espacio que tomaba de mi, igual se dejaba que le hiciera lo que su cuerpo me provocaba, fuimos totalmente el uno por el otro. Desde aquella vez lo volvería hacer las tantas veces con él, no era mi amante, ni mi cómplice de travesuras...éramos algo que no supimos nombrar...éramos aquello que le hacía falta a ese deseo que la carne y nuestras bajezas nos exigía.
Esos mis momentos de intimidad son los que liberan mi reprimida vida...No busco nada...siempre está allí esperando que lo tome...esperando que me adueñe de lo que el cosmo me provee...pero sin embargo; lo único que espero es a aquel que se adueñe de mí tal como soy...una delictiva.
LOS AMO
GATITA
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